No es ningún secreto que las organizaciones han recurrido cada vez más a la analítica avanzada y a la inteligencia artificial (IA) para mejorar la toma de decisiones en todos los procesos de negocio, desde la investigación y el diseño hasta la cadena de suministro y la gestión de riesgos o para calcular con precisión cuanto cobra un traductor o cuánto debería cobrar, al menos.

A lo largo del camino, ha habido mucha literatura y mano dura ejecutiva sobre la contratación y el despliegue de científicos de datos cada vez más escasos para que esto suceda. Ciertamente, se requiere que los científicos de datos construyan los modelos analíticos -en gran parte aprendizaje mecanizado y, cada vez más, aprendizaje profundo- capaces de convertir grandes cantidades de datos en percepciones. Más recientemente, sin embargo, las compañías han ampliado su apertura, reconociendo que el éxito con la IA y el análisis requiere no sólo de los científicos de datos, sino también de todos los equipos multifuncionales y ágiles que incluyen ingenieros de datos, arquitectos de datos, expertos en visualización de datos y, tal vez, los traductores más importantes.

¿Por qué son tan importantes los traductores?

Ayudan a asegurar que las organizaciones logren un impacto real de sus iniciativas analíticas (lo que tiene el beneficio adicional de mantener a los científicos de datos satisfechos y es más probable que se queden, aliviando el estrés de los ejecutivos sobre el origen de ese talento).

¿Qué es exactamente un traductor analítico?

Para entender más acerca de lo que son los traductores, es importante primero entender lo que no son. Los traductores no son arquitectos de datos ni ingenieros de datos. Ni siquiera son necesariamente profesionales dedicados al análisis, y no poseen una profunda experiencia técnica en programación o modelado.

En cambio, los traductores desempeñan un papel fundamental en la creación de puentes entre la experiencia técnica de los ingenieros de datos y los científicos de datos y la experiencia operativa de los gerentes de mercadotecnia, cadena de suministro, fabricación, riesgos y otros gerentes de primera línea. En su función, los traductores ayudan a asegurar que los conocimientos profundos generados a través de análisis sofisticados se traduzcan en un impacto a escala en una organización. Para 2026, el Instituto Global McKinsey estima que la demanda de traductores sólo en los Estados Unidos podría alcanzar de dos a cuatro millones.

¿Qué hace un traductor?

Desde el comienzo de una iniciativa de análisis, los traductores se basan en el conocimiento de su dominio para ayudar a los líderes de negocios a identificar y priorizar sus problemas de negocio, en base a los cuales crearán el mayor valor cuando sean resueltos. Estas pueden ser oportunidades dentro de una sola línea de negocio (por ejemplo, mejorar la calidad de los productos en la fabricación) o iniciativas interinstitucionales (por ejemplo, reducir el tiempo de entrega de los productos).

Los traductores aprovechan sus conocimientos prácticos sobre IA y análisis para transmitir estos objetivos empresariales a los profesionales de datos que crearán los modelos y las soluciones. Por último, los traductores se aseguran de que la solución produzca conocimientos que el negocio pueda interpretar y ejecutar y, en última instancia, comunique los beneficios de estos conocimientos a los usuarios de negocio para impulsar la adopción.

Dada la diversidad de casos potenciales de uso, los traductores pueden formar parte del equipo de estrategia corporativa, de un centro funcional de excelencia o incluso de una unidad de negocio asignada para ejecutar casos de uso analítico.